EJERCICIOS ESPIRITUALES: CONSEJOS PARA HACERLOS BIEN


EJERCICIOS ESPIRITUALES: CONSEJOS PARA HACERLOS BIEN

1. MAGNANIMIDAD.    En la anotación # 5, en el texto de los Ejercicios Espirituales, San Ignacio destaca la importancia capital de ser verdaderamente generosos con Dios.  Dios se regocija sinceramente en un alma generosa; Huye y retiene gracias a un alma perezosa.  De hecho, Dios no puede ser superado en generosidad.  Dios toma más placer en un alma que quiere convertirse en un santo, que en miles de almas mediocres. Que el Fiat de nuestra señora y su "sí" a Dios a través del arcángel Gabriel, sea nuestro principal motivador!

2. TIEMPO Y LUGAR.    Una vez más nos recordamos y alentamos nuestros ejercitantes, encontrar un tiempo, un lugar de oración y ser extremadamente fiel al tiempo de oración.  Recordar las palabras de la "Doctora de la oración," Santa Teresa de Ávila: "Debemos tener una determinada determinación de nunca dejar la oración". Nuestra salvación y la salvación de nuestros familiares, así como la salvación del mundo, depende de guerreros de oración, como Moisés, cuyos brazos elevados que ganaron los Israelitas, en la batalla en contra, de los de Amalec!
3. MÉTODO.      Método no es un fin, sino un medio para un fin y puede resultar útil para los principiantes en su vida de oración, pero también puede resultar útil para quienes tienen experiencia en la oración, especialmente en momentos de tristeza, confusión, desorientación, desánimo---en otras palabras, en tiempos de DESOLACIÓN!

4. LOS PASOS DEL MÉTODO: RECORDARLAS Y APLICARLAS 
1. Sitúese en la presencia de Dios. 
2. Imagínate  que Dios te está mirando con inmenso amor 
3. Pedirle a María orar contigo, orar por ti y estar a tu lado durante el tiempo de tu meditación. 
4. Pedirle al Espíritu Santo, recordar Romanos 8 “nosotros no sabemos orar como deberíamos. El Espíritu Santo intercede por nosotros con gemidos inefables para que nosotros podamos decir, “Abba”, Padre” 
5. Leer despacio el texto: Habla Señor que tu siervo escucha! Leyendo, recordar que de verdad, es Dios mismo que le esta hablando. La Biblia es definida como, la “Palabra de Dios” y es, el mismo Dios que añora hablarte, mas de lo que tu, le quisieras hablar a El. 
6. Coloquio de Corazón a corazón. Una vez que la palabra/imagen/idea/escena toque tu corazón, entonces parar y abrirse al Señor, de una manera amigable, confiada y con diálogo amoroso. Amor, acción de Gracias, adoración, oblación, dolor, contrición, asombro , bendiciones, miedos, preocupaciones, ansiedades e incertidumbres, planes, proyectos, peticiones y súplicas- todos estos y mucho mas- son sentimientos que fluyen del corazón y que pueden ser expresiones fructíferas del “ coloquio de corazón a corazón” con el Señor. Si la hora es pasada saboreándose en uno solo, de esos sentimientos, Bingo! Simplemente quédese en ese sentimiento! Es ahí que Dios esta presente y ahí, quiere quedarse! 
7. Distracciones. Muchas veces esto refleja los apegos desordenados; esto muestra que no hemos llegado a la “Santa Indiferencia”, y esto es la verdadera libertad del espíritu, a la cual, estamos llamados. 
8. Leer/volver a leer el texto. A veces tenemos que volver al pozo y extraer agua. Dios se revela EL mismo, después de dos o más lecturas. Meditar significa reflexionar, cavilar  y repasar una y otra vez en nuestros corazones, como María. 
9. Terminar con un coloquio/triple coloquio y oración formal. .    En nuestro periodo de oración es bueno terminar en conversación con Dios.   También podría ser un coloquio doble o triple. Iniciar con Maria y, a continuación, con Jesús y termina con una conversación con Dios el Padre y al terminar, cerrar con el Padre Nuestro. 
10. Revisión.  Nunca olvidar la "revisión", que significa "re-ver" para revisar, para volver a reproducir la película del periodo de oración.  ¿Por qué? Por diversas razones! En primer lugar, como una disciplina. En segundo lugar, para que pueda ver dónde estaba Dios y lo que EL, le estaba diciendo. En tercer lugar, para el Protocolo de compartimiento. Cuarto, rendir cuentas.
5. SEQUEDAD EN ORACIÓN.    Esto no significa que la oración es pobre, pero incluso podría ser un signo de progreso espiritual.  Si existe un anhelo seco de Dios en la oración y si hay una verdadera fidelidad y buena voluntad, Dios podría estar purificando tu alma, como el oro en el fuego.  Recordar las palabras de San Juan de la Cruz: "Busca el Dios consolaciones y no las consolaciones de Dios". De lo contrario existe el peligro de la "Gula espiritual".

6.    CONFESIÓN.   Sin embargo, si es que la conciencia de uno, no esta en paz debido a algún pecado no confesado, entonces la confesión sacramental debe buscarse. Si nosotros le hacemos daño a nuestro amigo, pidamos disculpas y luego compartamos con alegría. Jesús es el mejor de nuestros mejores amigos y si nosotros le hacemos daño, le debemos disculpas sacramentalmente, mediante el Sacramento del Perdón!  Jesús siempre es rápido en perdonar y lento a la ira!
 7.   EVADIR EXCESIVAS HABLADURÍAS Y EL PECADO DE LA LENGUA. Santa Teresa de Ávila nos da el “test de ácido” del progreso en la oración: un crecimiento paralelo en la práctica de la virtud, o en otras palabras, crecimiento en santidad. Un obstáculo mayor podría ser una “lengua suelta” el libro de Sabiduría a el libro de San Santiago capitulo 3, dice con claridad inequívoca que el verdadero hombre/mujer de Dios, debe intentar restringir la lengua del mismo. En el Diario de Sor Faustina, Jesús le advierte a ella el peligro excesivo del hablar! Recordar el consejo de San Buenaventura: “deberíamos abrir la boca para alabar a Dios, acusarnos a nosotros mismos y edificar nuestro vecino” no esta mal el consejo, de un santo!  

8.     RECORDAR TODAS LAS BENDICIONES QUE FLUYEN DE LA MEDITACIÓN!  El diablo nos tienta a creer que estar orando, nosotros estamos perdiendo nuestro tiempo. Los parientes nos llaman fanáticos. Más cruces parecen venir. La vida en el pasado parecía más fácil y más agradable!  En otras palabras, cuando decidimos seguir al Señor, debemos estar preparados para la batalla! Recuerde que el tiempo de batalla es corto, pero la recompensa es grande para nosotros---los prados de descanso eterno están en el cielo con el Buen Pastor. Además, muchos miembros de la familia que son mediocres o viven lejos de Dios, podrían ser convertidos por un santo ferviente, fiel y ardiente que se está formado, por los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola!

9. COMPARTIR HUMILDEMENTE, FIELMENTE Y EN LA CARIDAD.      San Ignacio subraya la importancia extrema de no caminar solos en el camino espiritual. Jesús localizo a los afligidos, triste y deprimidos  discípulos, en el camino a Emaús.  El Diablo prefiere aislarnos a nosotros y separarnos de la comunidad. Jesús vive en familia, la Trinidad; Nació en una familia humana con San José y la Virgen María. Jesús también eligió formar la familia, la iglesia. Compartir nuestras meditaciones enriquece a otros, a nosotros mismos, a la Iglesia y también trae alegría, al corazón de Dios!
 10. TRAER OTROS!    Jesús primero dijo: "Venir y Luego Ir!"  La alegría y las bendiciones que has recibido libremente del señor, debes estar deseosa de compartir con otros, llevando al programa de ejercicios espirituales. Por esa razón San Ignacio en la contemplación para alcanzar el amor, dice que el verdadero amor consiste en compartir los regalos de uno,  con los demás. ¿Qué mejor regalo que compartir a Jesús con otros, y Él, es el verdadero centro de los Ejercicios Espirituales. Rogar una y otra vez: "Señor te ruego conocimiento íntimo de TI, que te ame más ardientemente y te siga más de cerca".

Escrito: Fr Ed Broom/ Traducción: Gloria Muñoz