ESPERANZA, FELICIDAD Y HOGAR CELESTIAL



ESPERANZA, FELICIDAD Y HOGAR CELESTIAL

La Ascensión de nuestro Señor y Salvador Jesucristo al cielo, 40 días después de la resurrección es motivo seguro de esperanza, felicidad y alegría, ya que nuestro hogar celestial nos espera a todos aquellos que aman al Señor, siguen Sus mandamientos y le sirven en el amor, al servir a nuestros hermanos y hermanas, especialmente los pobres, los olvidados, los marginados y los abandonados.

Podría no ser más claro sobre cómo llegar al cielo, las palabras de Jesús: "tenía hambre, sed, desnudo, enfermo y en la cárcel y un extranjero y me ayudaste!  Alguno que le hiciste estos de mis pequeños hermanos, me lo hiciste a mí." (Mt 25, la Parábola de la Juicio de las Naciones).

La vida es corta; la eternidad es larga y para siempre. San Pedro lo pone sin rodeos: "A los ojos de Dios un día es como mil años y mil años es como un día".  San Agustín con su habitual precisión y elocuencia afirma: "¡nuestra vida en comparación a la eternidad es como un parpadear del ojo!"

Jesús nos promete lo mejor!  "Me voy a preparar un lugar para usted, para que donde estoy yo, también ustedes podrían estar. En la casa de mi padre hay muchas mansiones. Si no fuera así no se los diría." (Juan. 14).  Pensar que Jesús ha preparado una mansión para mí, lista para mí en el cielo, que me está esperando, ahora mismo--debe motivarme a vivir como un ciudadano del cielo y dejar todos los impedimentos del pasado y enfocarme en el Señor Jesucristo que perfecciona mi fe. (Hebreos).



¿Cómo es el cielo??? Realmente no sabemos absolutamente!  Sin embargo San Pablo nos ofrece un vistazo de una visión, con estas alentadoras palabras: "el ojo no ha visto, el oído no ha oído, ni siquiera puede pensar, aquello que Dios preparó para aquellos que aman". (I Cor.2:9)    Una vez más, "los sufrimientos de este mundo actual, no pueden compararse con la gloria que le espera a los hijos e hijas de Dios." (ROM. 8:18).

San Pablo pone de relieve el hecho de que lo que sembramos en esta vida es, lo que se obtendrá por toda la eternidad. Si sembramos en la carne, entonces obtendremos una cosecha de corrupción, pero si sembramos en el espíritu, será una cosecha de la vida eterna".

El libro del Apocalipsis compara a los Santos a las estrellas brillantes en el firmamento celestial.  El gran teólogo Hans Von Balthasar afirmó que en el firmamento del cielo hay muchas estrellas que brillan; Sin embargo, algunas estrellas superan a otros en brillo. ¿Cómo? Cuanto más vivamos el mandamiento del amor en esta vida, más brillante será nuestro refulgencia por toda la eternidad, en el firmamento del cielo!

El propósito de nuestra corta estancia en este mundo es llegar al cielo!  Este es el principio y Fundamento y así el Catecismo tradicional.  "Estoy creado para conocer a Dios, amar a Dios, servir a Dios en esta vida para ser feliz siempre con Él en el cielo!"

¡Un EJERCICIO!  Recuerda el día más feliz, o las horas o incluso la hora de tu vida!  ¿Qué paz, alegría, felicidad, Júbilo y consuelo, usted experimentó en ese momento específico!  Ahora!  Trata de ampliar esa alegría un millón de veces; ahora añade a eso, el ingrediente más importante: la ETERNIDAD---que significa para siempre y por siempre! ¡PRECISAMENTE!  Ahí tienes un mero vistazo de como será el cielo!

¡ESPERANZA!  El Cielo hecha chispas de esperanza en nuestros corazones, en medio de los problemas, los dolores, las contradicciones y sufrimientos de la vida!  Todo va a pasar y a desaparecer. Por eso la gran Santa Teresa de Ávila  dijo: que nuestra vida en la tierra es como una mala noche en una mala taberna!  Si nosotros simplemente oramos, perseveramos en la gracia y en el amor de Dios, somos fieles a nuestras tareas diarias y morimos en gracia, entonces el cielo es nuestro.  

Por lo tanto, en honor de la Ascensión de nuestro Señor y Asunción de María, a menudo levanta tu mente, corazón, alma y su ser al cielo.  Tengan sus corazones fijos en los reinos superiores donde Jesús está sentado a la diestra de Dios padre!

¿CÓMO PODEMOS LLEGAR CON SEGURIDAD A LA CASA DEL CIELO Y SER FELIZ PARA SIEMPRE?


1. LA ORACIÓN!  Todos los Santos están en el cielo debido a la oración; todos los condenados están en el infierno porque no rezaron o dejaron la oración. Escuchar a los Santos, comenzando con San Alfonso: "Quién reza se salva; quién reza poco pone en peligro su salvación; quien no ora será condenado". Agustín se supera con "Quien Reza bien, vive bien; Aquel que vive bien, muere bien; y el que muere bien, todo está bien!" Propuesta fantástica! Intenta rezar un poco más y un poco mejor todos los días de tu vida!

 

2. EUCARISTÍA!  Lea Juan 6: el "Discurso del Pan de vida".  En conceptos y palabras inequívocas y transparentes Jesús afirma que nuestra salvación depende de nuestra alimentación de nuestras almas en "El pan de vida".   "Yo soy el pan de vida, quien come mi cuerpo y bebe mi sangre tendrá vida eterna y lo levantare en el último día…"el Cielo comienza en la tierra, permitiéndole al pan de vida que descendió del cielo, levantarte al cielo con frecuentes y ferviente comuniones! Comience hoy mismo: Misa diaria y comunión!

 

3. OBRAS DE MISERICORDIA!  Nuestro amor por Dios no puede ser estéril, como la higuera que Jesús maldijo porque no llevaba ningún fruto.   Estamos llamados a dar frutos y frutos en abundancia. "Yo soy la vid y ustedes son las ramas. Usted debe dar frutos y frutos en abundancia." Jesús dijo claramente que Él, vino a traer vida y vida en abundancia. (Juan. 15).  El programa más claro y concreto para las obras de misericordia se encuentra en Mateo 25.  Alimentar a los hambrientos, saciar la sed de los sedientos, vestir al desnudo, acoger el extranjero y visitar a los enfermos y a los prisioneros. Todo esto se realiza a través de Jesús y la recompensa será grande en el cielo!  Jesús alentó a Santa Faustina al menos con un acto de misericordia cada día: o la oración, o la palabra o escritura! Recuerda, sin embargo, la caridad empieza por casa!

4. FIN AL PECADO!  Por supuesto siempre debemos estar atentos, vigilantes y fiel a nuestro examen diario y así como frecuentes confesión, luchando a diario para eliminar tanto como sea posible, el veneno, el contagio y la lepra espiritual del pecado ingresando en nuestras vidas. Una cosa que no existe en el cielo es el pecado!  Lema de S. Dominico Savio fue "la Muerte en lugar del pecado"!


5. MARÍA!  La mayor alegría que podemos darle al Inmaculado Corazón de María es, esforzarse diariamente para evitar el pecado, crecer en oración, practica de la virtud y llevar una vida santa, perseverar en la gracia y finalmente morir en gracia.  Por esa razón, la oración que María tanto amó, esta relacionada con el cielo. Las palabras, "Ora por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte, Amen," son palabras en las cuales nosotros imploramos a María por "la gracia de todas las gracias", y es la gracia de morir en el estado de gracia, a fin de lograr el propósito de mi existencia: vivir para Dios, morir en el amor de Dios, para ser recibido en el eterno abrazo de Dios.

Esperanza, felicidad y nuestro hogar celestial! Vivamos esta corta vida con nuestro completo ser, anhelando por Dios, a fin de lograr su amistad para toda la eternidad.  "Como el ciervo anhela las corrientes de agua, así mi alma anhela por ti, mi Dios."

Escrito: Fr. Ed. Broom/Traducción: Gloria Muñoz