¡APÁRTATE Y DESCANSA POR UN TIEMPO! ¡EL LLAMADO A UN RETIRO!



Activismo, Horizontalismo, “Americanismo”,  “Marta-ismo”, Trabajoadicto—todas estas palabras expresan el “signo de los tiempos que corren”es la tendencia de ponernos a nosotros mismos, nuestro trabajo y nuestra propia productividad por encima de Dios.  Por supuesto, a esto también se le llama una herejía, idolatría o por lo menos contraproducente.

El salmista firmemente señala  “si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los albañiles.”   Jesús muy claramente dice: “Busca primero el Reino de Dios y lo demás se te dará por añadidura.”  Nuestro Señor y Maestro afirma, ¿”De qué le beneficia al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma?”

¡Un retiro espiritual es indispensable para el hombre moderno precisamente porque esta’ tan inclinado al activismo, el horizontalismo, y  tan adicto al trabajo!    

                             
Hubo un hombre quien vivió’ en el siglo XV y XVI, fue paje en la corte española, vivió una vida muy activa, luchando como soldado por su país.  Dios intervino con un “accidente providencial”, en la batalla de  Pamplona.  Esto forzó a este hombre tan activo a que llegara a un alto.   En el silencio, con reflexión, con meditación y un examen de conciencia, él reconoció su necesidad de Dios, su necesidad de oración y el llamado a la conversión.  

Fue en Manresa cuando estaba en oración que Dios le envía  a María, su Madre, quien le da el esquema de el método de retiros modernos más famoso – los Ejercicios Espirituales.  ¡ El nombre de este ex-activista es San Ignacio de Loyola!

Cuando se hace un retiro espiritual, los frutos son abundantes, especialmente cuando se sigue el esquema Ignaciano.  Con el fin de animar a todos a que hagan tiempo para hacer un retiro con el Señor, les comparto aquí los frutos!  

                                                          
 Primero, ¡SILENCIO!   El mundo moderno sufre de la “Contaminación del ruido”, un bombardeo de fuertes ruidos constantes y muy a menudo ¡inquietantes!   ¡Interesante descubrimiento!  Elías no encontró a Dios en el trueno, ni en el terremoto, ni en el viento poderoso, sino encontró a Dios en la suave brisa. ¡ Nuestro retiro es el tiempo preciso para sentir la suave brisa de Dios acariciando lo más profundo de nuestra alma!

Segundo, ¡ORACION!  Dios nos llama a una vida de oración y a una profundización en la oración.  Dios nos llama, pero Él suavemente y humildemente espera nuestra respuesta.  El retiro es un momento propicio y maduro para entrar en oración.  San Ignacio alienta a quienes realicen un retiro que se separen de su entorno normal, con el fin de eliminar las distracciones.  De esta manera el alma logrará conocer a Dios y Dios satisfacerá al alma en un diálogo íntimo y profundo.  Eso es la oración: un diálogo íntimo y comunicación con Dios.  Santa Teresa de Ávila define la oración en términos simples:  “La oración es nada más que AMISTAD con el Señor, es pasar largas horas de silencio a solas con Él, quien yo sé que me ama.”      

                                 
Tercero, EXAMEN DE CONCIENCIA Y DE  VIDA.  En el pecado hemos sido concebidos y en el pecado nacemos, somos pecadores por herencia de nuestros padres Adán y Eva.  En realidad y hecho somos pecadores,  el retiro también se centra en la misericordia infinita de Dios.  Sin embargo, la misericordia está relacionada con nuestra propia miseria; miseria este es otro nombre para la realidad del pecado.   Una nota interesante sobre la palabra “piedad o misericordia” que origina de la derivación del latín “misericordia” (en latín, español e italiano).  “Miseria” – significa tal y lo que se lee, miseria.  El pecado es miseria moral.  La palabra “cordia” significa corazón.  Una mejor ilustración y ejemplo se ve en la Parábola del hijo prodigó, o si usted prefiere “La parábola del Padre misericordioso”.     El amoroso corazón del Padre corre al encuentro de la miseria moral del pecado del hijo pródigo.   El tiempo de retiro prepara el camino para un examen profundo y serio de conciencia, de arrepentimiento, confesión y una conversión de corazón.  El fruto interior que inunda el corazón es el de la paz.  San Agustín define la paz como la tranquilidad del orden.  San Ignacio nos enseña que uno de los principales propósitos de un retiro es “poner orden al desorden.”  El pecado es desorden moral.  El examen, el arrepentimiento y la confesión ponen orden al desorden en el alma y “Shalom”- ¡la paz sea contigo!

                                                                                                            
Cuarto, TOMA DE DECISIONES.   Es de suma importancia en el contexto del retiro tomar decisiones importantes.  En realidad, uno de los principales objetivos y propósitos del retiro Ignaciano es específicamente para hacer elección sobre qué estado de vida Dios te está llamando.  Si de hecho ya se ha elegido el  estado de vida, ya sea matrimonio, vida religiosa o sacerdotal, entonces no hay cambio en el estado de vida, sino se reafirma el compromiso de vivir plenamente el llamado a la santidad en el estado específico que ya se ha elegido.  Lamentablemente, en relación con el estado de vida de casado, muchos han elegido a la persona equivocada, en el momento equivocado, en el lugar equivocado y con la intención equivocada, lo cual resulta en desastre.  ¡El desastre es otro nombre para la separación, el divorcio y el daño que se causa a niños inocentes!  ¡Que importante es el valor de un retiro en estas decisiones que marcarán la vida, en el tiempo, así como en la eternidad!    

           
En quinto lugar, !BENDICIONES A LA FAMILIA!  A menudo durante la homilía , cuando oficio el Sacramento del Matrimonio, le pregunto a la novia y el novio “¿Qué es lo mejor que cada uno de ustedes puede hacer por el otro para formar el mejor matrimonio y la mejor familia?”  Sorprendidos por la pregunta y con la lengua atada, yo les doy la respuesta, “¡Enamorarse de Jesucristo cada día de su vida!”  El Arzobispo Fulton Sheen escribió un libro clásico sobre el matrimonio, “Tres Para Casarse.”  Esos tres son María, Juan y lo más importante, ¡JESÚS!!!!  Si Jesús está en el centro del matrimonio, entonces habrá paz, alegría, armonía y muchas bendiciones espirituales.  Aplica entonces este mismo concepto a un retiro.  Un esposo o esposa, sacerdote o religiosa que corresponde con plena disponibilidad y generosidad de corazón a las gracias de un retiro, sin duda, santificará su vida y los frutos de su vida.  Jesús dijo que estamos llamados a dar fruto y fruto en abundancia (Jn 15, La Parábola de la Vid y las Ramas).  La santidad es contagiosa, magnética, atractiva.  La conversión de San Agustín se logró, no de la noche a la mañana, pero sí por la gracia de Dios y en segundo lugar por las oraciones de otra santa, su madre Santa Mónica. 

El retiro llena al ejercitante con la gracia de Dios y la presencia del Espíritu Santo.  Esta gracia y Espíritu de Dios no es para esconderse en un armario ni debajo de la canasta sino para compartirse con todo el mundo, comenzando con la familia porque la caridad empieza por casa.


En resumen, Jesús nos invita a descansar, a que nos apartemos del mundo por un tiempo y que pasemos tiempo con Él.  Esta es la esencia de un retiro, para que dejemos al mundo por un corto tiempo y descansemos en el Sagrado Corazón de Jesús.  De esta manera podemos volver renovados, fortalecidos, animados, revitalizados, renacidos espiritualmente y así llevar la Buena Nueva a todo el mundo.  ¡Que Nuestra Señora quien en silencio escuchó, meditó la palabra de Dios y luego llevó esta Buena Nueva a su prima Isabel, nos inspire a buscar descanso en el Sagrado Corazón de su Hijo, el Señor Jesús!