LAS DIEZ ''M´S'' EN EL CAMINO A LA SANTIDAD



El Espíritu Santo: el Santificador

¡Sed santos!   Todos somos llamados a ser santos; nadie está excluido.  ¿La prueba? Jesús lo dice claramente más de una vez:  "Sed santos como vuestro Padre Celestial es Santo..." y "Dichosos los que tienen hambre y sed de santidad porque serán saciados."  San Pablo reitera este urgente llamado a la santidad a los Tesalonicenses con estas palabras: "Esta es la voluntad de vuestro Padre Celestial: Vuestra santificación..."


 La beata Madre Teresa de Calcuta igual nos alienta con estas palabras, "La santidad no es el privilegio de unos pocos, sino la obligación de todos".   El fundador de Opus Dei, san José María Escrivá Balaguer afirmó, "la mayor crisis en el mundo moderno es la falta de santos".  (En realidad una crisis de santidad).

Y si eso fuera poco, la Constitución Dogmática del Concilio Vaticano Segundo dedica un capítulo entero a este preciso tema, "La llamada universal a la santidad" (Lumen Gentium, capítulo V).

¡He aquí una sencilla prueba catequética de nuestro llamado a ser santos!  ¡Responde a las siguientes preguntas!  ¿Cuántos de ustedes quieren ir al cielo?  ¡La siguiente pregunta! ¿Quién está en el cielo?  ¡El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, la Santísima Virgen María, los Ángeles y LOS SANTOS!!!!!!   No puede ser más claro:  Para ir al cielo todos debemos ser santos; no hay forma de evitar el llamado universal a la santidad.


 Qué momento tan perfecto para emprender este camino y meta a la santidad - precisamente en este Año de la fe que comenzó el 11 de octubre de 2012 y terminará en la solemnidad de Cristo Rey, el 24 de noviembre de 2013.

El Santo Padre, el Papa Benedicto XVI, igual que san Juan Bautista nos prepara el camino a este llamado a la santidad.  No es complicado pero si es un reto.   El camino es vivir una relación personal con Jesucristo nuestro Señor y Salvador.

En este ensayo, me gustaría ofrecer diez sugerencias practicas - todas ellas empiezan con la letra ''M'' - para retar y motivar a todos a vivir este Año de la fe en búsqueda de la santidad.  Igual nos ayudará a vivir las palabras de Jesús: "Sed santos como vuestro Padre Celestial es Santo."  Y sobre todo, ¡para suscitar hambre y sed de una vida de santidad!

1. MATUTINA: ORACIÓN de la MAÑANA.  Shakespeare escribe, "Bien está lo que bien acaba." Cambiemos un poco lo escrito por este gran poeta, "¡Bien está lo que bien comienza!"   Si comenzamos nuestro día ofreciendo a Jesús por medio de María nuestros primeros pensamientos y oraciones, entonces nuestro día se desenvolverá más tranquilamente. Comience su día haciendo su ofrenda de la mañana en donde ofrece todo lo que es, todo lo que hace y todo lo que tiene a Jesús por medio del Corazón Inmaculado de María.  Luego al concluir su ofrecimiento bese su Escapulario café.  ¡Con el viento en tus velas, qué comienzo tan excelente!  ¡Que Dios le acompañe en todo y cada momento de su día!

2. MANJARES /ALIMENTOS.  Bendiga sus alimentos.  Tenga presente cuántas personas en el mundo no tienen suficiente para comer, cuántos niños morirán de hambre hoy, cuántos como en la parábola de Lázaro y el hombre rico son deseosos de comer la corteza que cae de la meza.  En cambio nosotros tenemos demasiado ¡y casi cada semana se tira a la basura la comida que sobra!  Seamos agradecidos y alabemos a Dios nuestro Padre amoroso y providencial, especialmente por el pan de cada día.

San Jerónimo, quien tradujo la Biblia.

3. MEDITACIÓN DE LA BIBLIA / LA PALABRA DE DIOS.   Tanto el Santo Padre, los Concilios, y los Santos insisten que debemos sumergirnos en la riqueza infinita de la palabra de Dios.  Cuando decimos el Padre Nuestro, la oración del Señor, decimos, "Danos hoy nuestro PAN DE CADA DIA...   Hay varias interpretaciones para este "pan de cada día".  Una interpretación es que la palabra de Dios es el «pan».   Cuando Jesús estuvo en el desierto ayunando por cuarenta días y cuarenta noches, el diablo le dice que convierta las piedras en pan y Jesús responde: "El hombre no solo vive del pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios."  Con esto Jesús nos enseña que alimentar la mente con la palabra de Dios está por encima del sustento físico de nuestro estómago.


 4. MISA Y SANTA COMUNIÓN.  Aun más importante que el pan físico y la palabra de Dios es el «Pan de Vida», la Santa Comunión - el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo.   Mientras predicaba en la sinagoga de Caparnaum, Jesús afirma en términos inequívocos la necesidad absoluta del "Pan de Vida".  Incluso podríamos decir que es una cuestión de vida o muerte. (La vida eterna o muerte eterna).  Escuche al Maestro: "Yo soy el Pan de Vida, quien come mi Cuerpo y bebe mi Sangre tendrá vida eterna y lo resucitaré en el último día".   Es decir, si queremos vivir por toda la eternidad, ¡debemos alimentar nuestras almas con frecuencia con el Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor, la Santa Eucaristía en la Sagrada Comunión en el contexto de la Santa Misa.

5. MISERICORDIA hacia los demás.  La misericordia es otra condición para entrar al Reino de los cielos.  Si queremos ser receptores de la misericordia de Dios, entonces debemos ser misericordiosos con otros.  El Padre Nuestro no podría decirlo más claramente: "Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden...''  Nuestro modelo por excelencia es Jesús.  Desde la Cruz vemos dos veces su misericordia: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen..." y luego Jesús le dice al ladrón arrepentido, "En verdad os digo, hoy estarás conmigo en el Paraíso...  ¡La misericordia de Dios triunfa en el último momento!  En el diario de santa Faustina Jesús nos exhorta que hagamos por lo menos un acto de misericordia cada día.  Se puede hacer de tres formas: 1) Rezar por alguien, 2) Palabras amables, 3) Alguna obra de caridad.   Tomemos en serio las palabras de Jesús: "Sed misericordiosos como vuestro Padre celestial es misericordioso."

 6.  MODALES EN LA IGLESIA.  El Santo Padre tristemente le recuerda al mundo moderno que hemos perdido el sentido de lo sagrado y del misterio especialmente en la Iglesia.  Moises cuando estaba ante la zarza ardiente se quitó las sandalias.  Los labios del profeta Isaías se purificaron por un carbon encendido.  Debemos redescubrir lo sagrado de un Dios tres veces santo, especialmente en la Iglesia que es en donde se encuentra la presencia real de Jesús en el Santísimo Sacramento.  ''Alabemos y demos gracias en cada instante y momento, al Santísimo y Divinísimo Sacramento.''


 7. MANSEDUMBRE Y DULZURA DE CORAZÓN.  La auténtica santidad se manifiesta por la mansedumbre.  Mansedumbre no es debilidad sino más bien poderosas emociones bajo control.  No tenemos mejor modelo que Jesús mismo quien afirmó, "Vengan a mí todos que estén cansados que Yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros Mi yugo y aprended de mi que soy manso y humilde de corazón, porque mi yugo es suave y mi carga es ligera. (Mt 11:28-30).  San Francisco de Sales, conocido por su espíritu dulce y manso afirmó: "Se cazan más moscas con una gota de miel que con un barril de vinagre".   "Jesús manso y humilde de corazón haced mi corazón semejante al vuestro".


 8. EL MAESTRO JESÚS NUESTRO MODELO CELESTIAL.  En nuestra vida todos necesitamos modelos a imitar.  ¡Que Jesús sea nuestro modelo!  Él mismo dijo, "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida."  Rememora esas pulseras en Estados Unidos que estaban de moda hace unos años con las siglas QHJ (WWJD - What would Jesus do?)---"¿Qué haría Jesús?"  Es un buen recordatorio en un mundo materialista y pagano.  El dinero, el poder, la fama y el placer no son nuestros dioses. ¡Jesús es nuestro MODELO!


9. MISIÓN.   Un auténtico seguidor de Cristo es profeta, evangelizador y misionero.  El Papa Benedicto XVI en su carta apostólica nos recuerda con insistencia  que en este Año de la fe debemos vivir una relación profunda y personal con Jesús quien es nuestro verdadero Amigo.  Este tesoro debe compartirse.  Tal como Andrés corrió para hablarle a Pedro de Jesús, tal como la mujer samaritana en el pozo corrió para decirle a sus compatriotas que había encontrado a Jesús, tal como nuestra Señora se apresuró para compartir a Jesús con Elizabeth y el bebé Juan Bautista, igual debemos llevar alegremente la Buena Nueva---el Evangelio--a todo el mundo.  Las últimas palabras de nuestro Señor y Salvador en el Evangelio de San Mateo son: "Vayan a todos los pueblos y enseñadles todo lo que os he enseñado y bautícenlos en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Y he aquí yo estoy con vosotros siempre hasta el fin del mundo. "(Mt 28).

María dándole el Rosario a santo Domingo y santa Catalina de Siena.
 
10. MARÍA SANTÍSIMA Y EL ROSARIO.   Un santo hombre de Dios hizo esta afirmación: "Donde hay poco éxito es porque hay poco María".  María es el camino más rápido, más fácil y más eficaz para llegar a Jesús. (San Louis de Montfort)  En 1917 cuando nuestra Señora se apareció en Fátima seis veces, seis veces dijo: ¡REZEN EL ROSARIO!!!  Si una madre repite innumerables veces la misma cosa es porque cree que lo que dice es importante.  Si María nuestra Madre Celestial nos exhorta diciéndolo seis veces entonces debe ser de suma importancia para la salvación de nuestras almas y la salvación del mundo.   El beato Papa Juan Pablo II en su hermosa carta sobre el Rosario, "La Virgen María y el Rosario" (16 de octubre de 2002) insiste que se rece el Rosario, especialmente en familia y por dos razones: por la protección de la familia y la paz del mundo.   Las palabras inmortales del sacerdote del Rosario, el P. Patrick Peyton resuenan: "La familia que reza unida permanece unida... Y, "Un mundo en oración es un mundo y la paz".

P. Patrick Peyton, el apóstol del Santo Rosario.
  
En este Año de la fe, año de gracia, que todos nos esforcemos por alcanzar la santidad.  La única forma en que este mundo cambiará para el bien es cuando cada uno haga el firme propósito de ser santo.  Recuerde las palabras de Jesús:  ''Sed santos como vuestro Padre Celestial es Santo...'' y ''Dichosos los que tienen hambre y sed de santidad porque serán saciados.''  Santa María, Madre de Dios ruega por nosotro