¡MARÍA E ISABEL NOS ENSEÑAN A DECIR "SÍ" A LA VIDA!




¡Este es el pasaje pro-vida por excelencia!  En el moderno Estados Unidos que se vive hoy, estas dos mujeres serían candidatas para el aborto.  A una se le consideraría demasiado joven para tener un hijo; María; y a la otra, se le consideraría demasiado anciana; santa Isabel.

Sin embargo, ambas dijeron "sí" a la vida y trajeron al mundo a los más grandes--- uno fue Juan el Bautista, quien Jesús dijo "entre los nacidos de mujer no ha habido uno más grande" y el fruto de María fue Jesús quien es  "El Camino, la Verdad y la Vida" el Hijo del Dios vivo.

Entonces, ¿cómo podemos verdaderamente promover la causa pro-vida?  Todos debemos estar participando activamente en esta causa.   Porque en verdad somos un pueblo de vida.  El Papa Juan Pablo II divide al mundo en dos grupos: aquellos que alzan la bandera del "Evangelio de la vida", y a su contrario quienes abrazan y promueven la "Cultura de la muerte".   Aquí se ve en forma moderna las "Dos banderas" de san Ignacio.


1. Antes que nada, debemos claramente entender de dónde proviene la vida, quién da la vida y quién tiene derecho de quitar la vida.  A todas estas preguntas la respuesta es única e inequívoca: ¡DIOS!   La vida humana comienza en el momento de la concepción cuando Dios infunde un alma inmortal en ese bebé que ha sido concebido en el vientre de su madre.   Es Dios quien sostiene la vida en cada momento de su existencia.  Y es Dios quien decide cuándo, dónde y cómo esa vida acaba.  Cada vida humana es preciosa e irrepetible desde la concepción hasta la muerte natural.  Incluso en la Constitución de nuestro país, los padres fundadores declaran: "Todo ser humano es dotado por su Creador de ciertos derechos inviolables; ¡que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad!"  En otras palabras, el aborto va en contra del Quinto Mandamiento: ¡No matarás! "


2.  HAY UN TIEMPO Y LUGAR PARA TODO, LA VOCACIÓN.    Las dos decisiones más importantes que tomaremos en nuestra vida son sobre nuestra profesión y nuestra vocación---es decir, qué trabajo desempeñaremos para el desarrollo del bien común, desarrollo personal, al igual que el bienestar de nuestra familia.  Pero de más importancia es la decisión sobre la vocación específica que escogeremos y que nos debe llevar a nuestra santificación.  En su mayoría, muchos son llamados a la vocación del matrimonio.  Como subraya el Libro de Eclesiastés: Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa bajo el sol:  ''Un tiempo para plantar y desarraigar, un tiempo para llorar y un tiempo para reír, un tiempo para sembrar y un tiempo para cosechar."  También hay un tiempo y una persona con quien establecer un noviazgo y ¡un tiempo para evitarlo!   En Estados Unidos, ¡las estadísticas sobre el aborto son alarmantes!  Cada 20 segundos hay un aborto, tres abortos en un minuto, 4000 abortos al día, entre 180-300 abortos en Los Ángeles cada día, aproximadamente 1,2 millones cada año, y desde la decisión de Roe v. Wade han habido más de 50 millones de abortos.  Una de las muchas razones de este número alarmante de abortos es por los embarazos a muy temprana edad.  Lamentablemente la ley permite que las adolescentes vayan con la enfermera de su escuela, se hagan un examen de embarazo y si sale positivo pueden optar por un aborto sin el consentimiento y conocimiento de sus padres.  Para abreviar una larga historia, los padres deben impedir que sus niños y adolescentes tengan un noviazgo en estos primeros años y deben motivar a sus hijos para que conozcan y amen a Dios, para que trabajen fuertemente en la escuela, para que participen en deportes, cultiven amistades sanas y  ¡que pidan a Dios que encuentren a la persona con quien se casarán después de haber acabado sus estudios, para que tengan hijos y sean fieles hasta que la muerte los separe!

                   
3. APOYAR Y ANIMAR.   Si sucede que alguna mujer le confía que está embarazada y está confundida, insegura y deprimida, haga todo lo que esté en su alcance para apoyarla.  Primeramente, alabe y de gracias a Dios por el don de la vida que ella lleva en su vientre.  Segundo, asegúrele de sus oraciones y apoyo moral.  Tercero, si ella se encuentra en crisis, ofrézcale apoyo económico y social.  Tenga a la mano un número de teléfono de un centro de apoyo a mujeres embarazadas en crisis.  Igual no olvide que la adopción es otra alternativa válida y realista para mujeres que quizás carezcan de medios para mantener al niño.  Tan a menudo la mujer recurre al aborto por la sencilla razón de que todos a su alrededor le han dicho que el aborto es la mejor opción.  El aborto - asesinar a un niño inocente -- ¡nunca es una opción!

                
4.  EL MINISTERIO DE ORACIÓN Y ASESORAMIENTO EN UNA CLINICA DE ABORTO Y EL ULTRASONIDO.  Si siente el llamado de tomar la iniciativa de forma activa, rece el Santo Rosario frente a las clínicas que practican el aborto, esto es una de las armas más eficaces.  Quizás vea que su llamado es formarse y prepararse como consejero/a ambulante frente a las clínicas de aborto.  Se han salvado muchos bebés por medio de la oración y consejeros capacitados en esta labor que convencen a la madre que acepte al niño.  También ha pasado que a otras mujeres confundidas se les ha ofrecido un ULTRASONIDO.  Es impactante ver al bebé sonreír, reír, chuparse el dedo, bostezar, tocarse la nariz —que las madres han decidido tener a su hijo, un gran regalo de Dios (Dios quien es el autor y dador de toda la vida).  Las fuerzas del mal y la oscuridad nunca descansan; el diablo es mentiroso y homicida desde el principio - Jesús así lo dice.  Nosotros que pertenecemos al Reino de luz y vida debemos estar siempre en defensa del niño pequeño que no puede defenderse.

                  
5. ORACIÓN, PENITENCIA, MISA Y MARÍA.  Por supuesto, la vida espiritual es el medio más eficaz en esta batalla mortal por la vida humana y por el alma de nuestra nación.  Jesús dijo que algunos demonios sólo pueden ser expulsados con la oración y el ayuno.   Por lo tanto, para salvar los bebés no nacidos ofrezcamos oraciones más fervientes y frecuentes.   Y aún más poderoso, ofrezcamos el Santo sacrificio de la Misa---la Sangre del Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.  Entonces recurramos a María quien dijo "Sí" a la vida y nos trajo a Jesús, Jesús quien vino a darnos vida y vida en abundancia.  Oremos una y otra vez el Ave María:  ¡BENDITA ERES ENTRE TODAS LAS MUJERES Y BENDITO ES EL FRUTO DE TU VIENTRE JESUS!  La Navidad es una fiesta de alegría, paz y VIDA!  Que el ejemplo de María y santa Isabel nos motiven para aceptar la vida y defender la vida.  Tos los hombres son dotados con derechos inalienables, que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.