¡DIEZ PASOS PARA ALCANZAR EL PERDÓN!



Perdonar a nuestros enemigos, rezar por la persona que nos ha ofendido, desearle el bien a la persona que nos ha lastimado mortalmente -- es sin duda una de las acciones más difíciles.  De hecho no lo podemos hacer con nuestros propios pobres esfuerzos humanos.  ¡Pero Dios interviene con su gracia!  Este ensayo presentará medios para poder perdonar.  En la vida, siempre habrán personas que nos ofendan o hagan daño y habrán personas a quienes ofendemos o haremos daño.  Tenemos dos opciones - perdonar o no perdonar o formar.  Si somos verdaderos discípulos de Jesús debemos elegir el camino del perdón.  Porque sólo así ¡experimentaremos la verdadera libertad de los hijos de Dios y liberaremos a los cautivos! 



1. PIDAMOS LA GRACIA --  Para vivir la castidad, la humildad, para perdonar a nuestros enemigos o a quienes nos han hecho daño, necesitamos gracia sobrenatural.  Esta gracia proviene de la oración constante, humilde y perseverante.  San Agustín lo expresa con esta gráfica imagen: "Todos somos mendigos ante Dios".  Esto significa que para rechazar el pecado, vivir una vida de santidad y para perdonar de corazón, necesitamos la gracia y ayuda de Dios.  "Pidan y se les dará; busquen y hallarán; llamen y se les abrirá la puerta" (Mt 7:7).  ¿Por qué no llamar con confianza y sin desvanecer al corazón de Dios, pidiendo la gracia para poder perdonar?


2. RECIBIR MISERICORDIA --  Si queremos recibir la misericordia de Dios, debemos ser misericordiosos con los demás.  ¡Es una vía de dos sentidos!  Jesús expresa esta verdad inequívocamente: "Sed misericordiosos como es misericordioso vuestro Padre Celestial".  Esto es un mandamiento, ¡un imperativo!  La oración más conocida en todo el mundo, rezada por católicos, ortodoxos y todas las religiones principales cristianas, es el "Padre Nuestro", también conocido como "la Oración del Señor".  Que tan fácil es ser selectivos,  o solo escuchar lo que queremos escuchar, leer lo que queremos leer, o incluso un "guerrero de oración"--- es decir, vivir un "catolicismo de cafetería", escogemos lo que más nos atrae, lo que más le gusta a nuestro paladar espiritual.  Al rezar el Padre Nuestro, tal vez optamos por saltarnos "perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden...''  A esto se le llama ''rezar de forma selectiva": ¡escoger y rezar sólo la parte de la oración que más nos gusta!  ¡No es posible!  ¡Eso está mal!  Si quiero el perdón de Dios debo también perdonar.  Una vez, escuché a un sacerdote predicar sobre el ''Padre Nuestro'' y dijo: "Si no estás dispuesto a perdonar a tu hermano, entonces no reces el "Padre Nuestro" --- es decir, estás rezando de labios hacia fuera, y no del corazón.

3. RECIBE LA EUCARISTÍA:  TU OFRENDA-- Nuestra santificación viene por medio de Jesucristo, "la Fuente misma de Santidad".  Jesús dijo que estaría siempre con nosotros, hasta el fin de los tiempos.  ¿Dónde es que está Jesús, si Jesús subió a los cielos, y está sentado a la diestra de Dios Padre?  Jesús está en la Iglesia y de forma especial en los sacramentos.  Sin embargo, la gracia recibida en la recepción del Sacramento va en proporción a la disposición de la persona -- este concepto en la teología es "disposición a la gracia".  Jesús nos da este escenario.  Si vienes a presentar tu ofrenda al altar, y sabes que alguien tiene algo contra ti, deja tu ofrenda en el altar, reconcíliate con tu hermano y vuelve a presentar tu ofrenda.  INTERPRETACIÓN:  Si estás en la Santa Misa y recuerdas que alguien tiene algo contra ti, sal de la iglesia para primero hacer las paces con esa persona y luego regresa para hacer tu ofrenda.  Es interesante, ¡Jesús no especifica de quién es la culpa!  Es decir, no debemos recibir la Sagrada Comunión, el Sacramento del amor de Cristo, si guardamos algún resentimiento en el corazón contra alguien.  ¡Estaríamos crucificando a Nuestro Señor otra vez!


4. PERDONA INMEDIATAMENTE / ¡NO DEJES QUE EL SOL SE PONGA SOBRE TU ENOJO!   La clave para ganar la batalla, y perdonar, es perdonar de inmediato.  La Biblia dice que nunca debemos dejar que el sol se ponga sobre nuestro enojo.  ¿Por qué?  ¡La razón es clara!  Entre más demoramos y postergamos perdonar, más difícil nos resulta.  Cuando el tiempo pasa, el diablo aviva las llamas de las heridas del pasado, agravando el daño y haciendo una montaña de un grano de arena.  Shakespeare lo expresa así: "Errar es humano, perdonar es divino".  ¿Por qué no imitar a Dios, y como relámpago, perdonar!  ¡Por qué no esforzarnos por imitar a Dios!  El salmista describe a Dios como lento a la ira y rápido para perdonar.  En cambio nuestra naturaleza es que somos, rápidos a la ira, y lentos para perdonar.  ¡Imitemos a Nuestro Señor y Salvador!
 

5. CONTEMPLACIÓN DE LA PASIÓN DE JESÚS Y SUS PRIMERAS PALABRAS DESDE LA CRUZ --   Después de que Jesús fue azotado, coronado de espinas, abofeteado, golpeado, escupido y clavado en la cruz entre dos ladrones, mientras colgaba en la cruz en su amarga agonía, sus primeras palabras desde la cruz fueron: "¡Padre perdónalos porque no saben lo que hacen!"  Si nos parece extremadamente difícil perdonar, debemos contemplar a Jesús colgado en la cruz y sus palabras de perdón.  ¿Por qué no arrodillarse ante el Señor crucificado y repetir "Padre perdona a ________________ (el nombre de la persona que te ha ofendido) porque no sabe lo que hace...  Repite esta oración varias veces.  Esta oración hecha ante Jesús crucificado puede derretir el hielo de resentimiento del corazón más endurecido.

6. ¡RECORDAR VUESTROS PROPIOS PECADOS ANTE LA MISERICORDIA DE DIOS! --  Otro medio muy eficaz para lograr pedonar es recordar nuestros muchos pecados, y la gravedad de ellos.  (Hagamos memoria de nuestro pecado más grave o penoso).  Luego recordemos que Jesús ha perdonado todos nuestros pecados, de forma inmediata y más de una vez.  ¡Ahora comparemos el perdón de Jesús de nuestros pecados con la falta de perdón de algo mucho menos grave!

 
7.  DAÑOS QUE CAUSA EL RENCOR -- El no perdonar conduce a la ira, la ira al resentimiento, el resentimiento a la amargura, y la amargura al odio.  Tal vez no llegue a algo físico como sucedió con Cain que mató a Abel, ¡pero sí estamos matando a la persona en nuestro corazón!  ¡Los efectos nocivos que se producen en nosotros mismos no se pueden medir!  De forma física, el no perdonar puede causar úlceras, insomnio, temores, inseguridades, tristeza, depresión crónica y conducir al uso de medicamentos para combatir estos males.  Este estado de alma también se desbordará en las relaciones familiares y sociales.  Este aferro al rencor y el coraje hacia la persona, igual puede producir una pobre concentración en el trabajo a tal grado que cause la perdida de empleo. 
Peor aún, el no perdonar pone en peligro nuestra relación con Dios.  Jesús claramente dijo: "En verdad os digo que cuanto dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejasteis de hacerlo...'',  "Ámense los unos a los otros como yo los he amado..."  Leemos en las cartas de san Juan: "¿Cómo pueden decir que aman a Dios a quien no ven si aborrecen a su hermano a quien sí ven?"  El no perdonar puede causar estragos a nivel físico, psicológico, emocional, social, moral y espiritual.  ¡Retener el perdón es un lento auto suicidio!


8.  RECE POR SUS ENEMIGOS  --  Si de forma física no se puede acercar a la persona, entonces rece por la persona que le ha ofendido.  Al hacer esto, usted ha emprendido el buen camino.  Las heridas profundas toman tiempo para sanar.  La oración es el primer remedio para sanar estas heridas.  Jesús dice que es fácil pedir por aquellos que nos quieren, aun los paganos hacen eso.  ¡Recemos por nuestros enemigos!


Santa Josefina Bakhita
9.  LOS SANTOS Y SU ACTITUD SOBRE EL PERDÓN  -- Todos necesitamos modelos que admirar y seguir.  Claro como cristianos católicos, nuestro modelo es Jesús.  Él es el Camino, la Verdad y la Vida.  Pero debemos también conocer la vida de los santos y la forma en que practicaron heroicamente las virtudes, en particular cómo lucharon y vencieron la tentación de buscar la venganza.  ¡No siempre fue fácil!  Algunos de estos santos son:  san Esteban, santa María Gorreti, Santa Josefina Bakhita, el beato Papa Juan Pablo II, el beato Miguel Pro, S.J.  Muchos de los mártires pedían por sus perseguidores y les perdonaban.  Que este poderoso ejemplo de los santos nos ayude a alcanzar la victoria sobre el orgullo y resentimiento que nos encadenan para no perdonar.                   

10. MEDITACIÓN SOBRE LAS COSAS ÚLTIMAS -Es de alto valor meditar sobre la cruda realidad de las cosas últimas, que son: la muerte, el juicio, el cielo y el infierno.  Imaginémonos esto, ¿acaso nos gustaría estar en el lecho de muerte y estar aferrados al coraje, resentimiento y odio hacia alguien?  Tomemos un paso más, ¡que tal si fallecemos en ese estado!  Porque no sabemos cuándo el Señor nos va a llamar.  Ahora, pensemos en que inmediatamente después de morir, estaremos ante el tribunal de Dios, delante de nuestro Señor Jesús.  Morir en este estado y tener que presentarnos ante el Juez del universo, el Juez de todas nuestros actos, pensamientos, deseos, intenciones, actitudes y disposiciones del corazón es algo serio.  ¿Cuál podría ser el destino del alma que muere en este estado?  Recordemos las palabras de san Juan de la Cruz, el místico español: "En el ocaso de nuestra existencia, seremos juzgados sobre el amor.''


REFLEXIÓN FINAL: NUESTRA SEÑORA DE MISERICORDIA --  Aparte de Jesús, nunca ha habido alguien que ha sufrido como Nuestra Señora.  Cuando todo el odio del mundo se descargaba sobre su Hijo amado, Nuestra Señora estuvo horas parada debajo de la cruz.  María ni por un instante se dejo llevar por el coraje o resentimiento contra aquellos que despiadadamente habían matado a su Hijo.  Al contrario, rezó por ellos con más fervor.  En momentos difíciles y oscuros, acude a María y ella te alcanzará el poder para que  perdones a quienes te han lastimado, para que Dios te perdone a ti y te reciba un día en el cielo.