Murmuradores - ¡Aprendan a Controlar la lengua!

El chisme es veneno verbal que puede contaminar y destruir un hogar, un grupo parroquial, una familia, una asociación, una empresa.  El Santo Padre, el Papa Francisco, en su reciente corta y conmovedora homilía, nos advierte sobre el peligro moral de entregarse al chisme.  ¡Dijo que el chisme es "golpear despiadadamente" a otros!  Es cierto, ¡moralmente es golear sin piedad! 

''La mansedumbre tiene muchos enemigos y el primero es el chisme. Cuando uno prefiere chismear, despellejar a otro, es como darle puñetazos despiadadamente.  Esto le pasa a todos, y me incluyo yo, es algo que sucede, pero es una tentación del maligno.  Las habladurías siembran cizaña en las parroquias, las familias, los vecindarios y entre amigos.  Pero esto no es la vida nueva prometida en el bautismo, porque cuando el Espíritu Santo desciende, da a luz a una nueva vida en nuestro interior, nos hace humildes y caritativos." (Homilía del Papa Francis, el martes, 9 de abril 2013, Peligros del chisme). 

Dado que el chisme es tan común y generalizado, y sin darnos cuenta podemos ser arrastrados por sus aguas corredizas, todos debemos estar conscientes de su presencia, huir del chisme como huir de la plaga y animar a otros que ya están inmersos en él, a que huyan de esta fosa séptica, ¡para así evitar consecuencias eternas!  Dicho esto, ¿cómo podemos alejarnos del chisme, huir de la plaga del chisme?  Se presentarán cinco pasos concretos para evitar, vencer y cerrarle el paso al chisme, para no dejarle entrar en nuestra alma, para que no contamine nuestra vida. 

Primero, el ESPIRITU SANTO.  Recemos con fervor al Espíritu Santo.  Como vemos en los Evangelios, los Apóstoles muchas veces cayeron al hablar; esto es especialmente evidente en Simon Pedro.  Trató de impedir que Jesús vaya a la cruz; le profesó lealtad hasta la muerte; y luego le negó tres veces.  Falló miserablemente con su lengua.  ¡UNA EXPERIENCIA DE CONVERSIÓN!  No fue hasta después de una novena de nueve días y el descenso del Espíritu Santo en Pentecostés que Pedro logró la conversión total de su persona, incluyendo su lengua.  Después de Pentecostés, con la predicación de su lengua, ¡convirtió a 3000 almas en una sola homilía!  ¡Roguemos al Espíritu Santo que nos ayude a controlar nuestra lengua! 

Segundo, PENSAR ANTES DE HABLAR!  La impulsividad, el actuar sin reflexión, el abrir la boca e insertar el pie --- es una falta de autocontrol del corazón y se manifiesta en la falta de autocontrol en el discurso!  Tomás Kempis en Imitación de Cristo, dice, que pocos son los que han lamentado haber controlado su lengua en el discurso, pero muchos han hablado cuando hubiesen guardado su lengua! 

Tercero, ¡la REGLA DE ORO EN EL DISCURSO!  ¿Por qué no intentar aplicar la famosa Regla de Oro dada por Nuestro Señor y Salvador Jesucristo, a nuestra forma de hablar.  La Regla de Oro es simple y fácil de entender: "Cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a ellos."  Ahora aplique esto a su discurso: "Cuanto queráis que digan los hombres de ti, decid de ellos".  No nos gustaría escuchar que alguien habla a nuestras espaldas y nos critica, hablando mal de nosotros, señalando nuestras faltas y exagerándolas.  Que la afirmación de san Buenaventura sea nuestra regla en el discurso: "Debemos abrir la boca en tres ocasiones: para alabar a Dios, para acusarnos a nosotros mismos y para edificar a nuestro prójimo."  Si seguimos estos principios, emprenderemos el camino de santidad en nuestro discurso.  


Cuarto, LEA LA CARTA DE SANTIAGO CAPITULO 3!!!  La Carta de Santiago capítulo tres, ¡es probablemente el mejor capítulo en toda la Biblia sobre los pecados de la lengua!  ¡Léalo!  Es muy claro y preciso.  El Apóstol Santiago dice que debemos ser lentos para hablar y prontos para escuchar.  Nos hace una severa advertencia, que la lengua es como una chispa de fuego --- aunque muy pequeña puede causar daños irreparables.  ¿Con qué frecuencia empieza un devastador incendio forestal con la más pequeña chispa, cerillo, o un pequeño cigarrillo.  Con algo tan pequeño como es una chispa, una gran conflagración, un enorme incendio forestal se extiende, devorando terreno, quemando casas, devastando ciudades y pueblos y vidas inocentes.  Santiago dice que el hombre puede domar a todo tipo de animal, ¡pero no puede domar la lengua! 


Quinto, JESUS EUCARISTIA Y MARIA.   Por último, pero no menos importante, para poder controlar la lengua, debemos recurrir a Jesús y a María.  Jesús y María, nunca pronunciaron palabras que fueran ofensivas o desagradables a Dios o a sus prójimos! Siempre con un autodominio en todos los aspectos, sus palabras siempre fueron para servir y alabar a Dios Todopoderoso, y para la santificación y salvación de los hombres. (Principio y Fundación de san Ignacio de Loyola).  La Santa Comunión nos ayudara y nos hará recordar que debemos controlar la lengua y evitar el chisme en todas sus formas.  ¿Dónde es que recibimos la Sagrada Comunión, que es el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo?  ¡En la lengua!  La lengua se convierte en el trono del Rey de reyes y Señor de señores.  Por lo tanto, nada indigno, feo o perjudicial debe de salir de la misma lengua que recibe a Dios mismo.  Recuerde también que Jesús dijo que seremos juzgados sobre toda palabra que sale de nuestra boca; Jesús también dijo que de la abundancia del corazón habla la boca.  Que el Jesús Eucarístico nos conceda la gracia de controlar nuestro corazón y nuestras palabras, para que nuestro juicio no termine en condenación sino salvación.  Que Nuestra Señora, quien alabó a Dios con todo su ser, su cuerpo, su mente, su alma y sus palabra, nos inspire a que seamos un cántico viviente, alabando a Dios con nuestras vidas y nuestras palabras.  María dijo, ''Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador..''  Que las oraciones y la presencia de Nuestra Señora nos inspire a huir de toda murmuración, y a que utilicemos nuestra lengua para alabar al Dios Trino, y para ser instrumentos de santificación y salvación para nuestros hermanos!