LEPRA DEL ALMA.


En la época de Jesús, se consideraba la peor tragedia tener la enfermedad de la lepra.  Era un sufrimiento físico, emocional, social, familiar, teológico y moral---en pocas palabras, la magnitud de esta enfermedad abarcaba toda la vida de la persona.  Por consiguiente, lea y medite los siguientes pasajes bíblicos, tomados de dos Evangelios: Mt 5:14; Lc 17:11-19.


I.  ASPECTOS DE LA LEPRA:  FÍSICOS, SOCIALES Y MORALES




1.  La lepra era una de las peores enfermedades en los tiempos de Jesús.

2.  Características:  La lepra era contagiosa, se expandía de una parte del cuerpo a otra, empezaba en las extremidades del cuerpo y como el SIDA, era incurable.

3.  EN EL ÁMBITO SOCIAL:  Al leproso se le excluía de la sociedad.  Se le obligaba a vivir en ''colonias de leprosos'' y eran los marginados de la sociedad.

4.  Se les veía como los muertos en vida.  (Como se ve en la película Ben Hur)

5.  TEOLOGICAMENTE:  Muchos pensaban que Dios los estaba castigando.

6.  Si alguien se acercaba, el leproso tenía que gritar en voz alta ''impuro'' según la ley Mosaica.

7.  Baja autoestima:  Entre los leprosos había alto índice de suicidio.  No había esperanza.

8.  Todos temían acercarse a ellos.

II.  LA ACTITUD DE JESÚS HACIA LA PERSONA DEL LEPROSO.

1.  DIGNIDAD.  Jesús veía la dignidad innata de la persona.  Esa persona había sido creada por Dios, por amor y con una misión.

2.  COMPASIÓN.  Jesús sufría con el leproso.

3.  Jesús no sólo se acercaba al leproso, sino también lo tocaba;  ¡y tocar a un leproso era impensable!

4.  En vez de contraer la enfermedad, Jesus lo sanaba.

5.  ¡MÉDICO POR EXCELENCIA!  ¡Jesús sanaba inmediatamente!

6.  ¡INGRATITUD!  Ahora veamos el caso de los diez leprosos quien fueron curados, ¡que triste es la ingratitud!  Jesús sanó a diez leprosos, pero sólo uno regresó para darle gracias (Lc 17:11-19).  Éste es el Evangelio que se lee en los Estados Unidos el día de Acción de Gracias. 

III.  NUESTRA PROPIA LEPRA ESPIRITUAL -- Todos somos leprosos debido al Pecado Original y a nuestro pecado personal.


1.  PECADO ORIGINAL.  Desde el momento de nuestra concepción, contraemos lepra espiritual (Pecado Original).

2.  NUESTRO PROPIO PECADO.  Por nuestro propio pecado, esta enfermedad moral, sigue creciendo en nuestra alma.  Por consiguiente, hagamos un examen de consciencia, veamos todos las formas en que podemos contraer lepra en distintas partes de cuerpo, por el mal uso de nuestros miembros. 

3.  LA MENTE.  Cuando nos entregamos y damos rienda suelta a los malos pensamientos. ...  ¿Ha entretenido malos pensamientos?  Una vez se le preguntó a un hombre:  ''Señor, ha entretenido malos pensamientos?  A lo cual él rápidamente respondió:  ''¡No, ellos me entretienen a mí!''

4.  ¡LOS OJOS!  El ver imágenes impuras...  Veamos el relato de la conversión de un ex-pandillero.  Contaba este hombre, que había logrado dejar la bebida y las drogas, pero no había podido dejar la pornografía.  El Padre Pío una vez conoció a un ciego, quien le rogaba al Padre que lo sanara.  A lo cual el Padre Pío le respondió que lo podía hacer, pero que si lo hacía, el hombre perdería su alma por toda la eternidad.  ¡El hombre optó por su ceguera!                

5.  LA NARIZ.  Los santos podían oler el mal olor del pecado, especialmente los pecados contra la pureza:  San Juan Bosco, san Felipe Neri y santa Catalina de Siena.  ¿Mete usted la nariz en todo?  ¿Tiene usted el mal hábito de meterse en asuntos ajenos?  ¡Esto es tener lepra de la nariz!




6.  ¡LA LENGUA!  Mentir, maquillar la verdad, gritar, criticar, chismear, difamar, injurias, agravios, ultrajes, calumnias, disfrazar la verdad -- ¿se deja usted llevar por estas cosas?  ¡Su lengua tiene lepra!

7.  Otra vez, ¡LA LENGUA!  ¡La gula!  ¿Vive para comer, o come para vivir?  Si vive sólo para comer (el dios barriga, como san Pablo nos recuerda) entonces probablemente tiene un caso de lepra más aguda!



8.  LAS MANOS.  ''Descuento de cinco dedos'' - otra forma de decir robar.  ¿Se deja usted llevar por los pleitos, empujones, cuando en el auto, está siempre presta a tocar la bocina, hace algun gesto ofensivo con la mano?  Examine sus manos, ¡vea si tiene alguna señal de lepra!                   

9.  ¡LAS PIERNAS!  Aquella mujer que viste de forma inmodesta, fácilmente puede ser causa que un hombre peque -- ¡entonces sus piernas están ulceradas con una lepra espantosa!



10.  LOS PIES.  Esos pies que le llevaron tantas veces al mal... un bar, una cantina, a ver malas películas, un encuentro malo con una persona, a mal lugar -- ¡examine sus pies para ver si las llagas de lepra se expanden!             

11.  ¡EL CORAZÓN!  ¿Deja usted que su corazón se aleje del amor de Jesús?  Si es usted casado/a, su vista debería ser como la del caballo en el hipódromo, que tiene anteojeras y restricción del campo visual, de forma que sólo tenga ojos para su esposo/a, y no dejar que sus ojos vaguen de derecha a izquierda dejando que la vista se recree con mujeres o hombres atractivos.  Recuerde lo que sucedió al rey David quien dejó que sus ojos vagaran, ¡y hubieron consecuencias catastróficas!

12.  Otra vez, EL CORAZÓN.  Quizás le ha abierto paso a los celos, la envidia, el resentimiento, el coraje, la amargura, la venganza, la lujuria e impureza, egoísmo, orgullo desenfrenado -- ¡Admítalo, la lepra se ha apoderado de su corazón!!

¡Pero hay buenas noticias!  ¡El médico está en casa!  Y es el mejor Médico espiritual, su nombre es JESUCRISTO.  Tenemos también a Nuestra Señora ¡Salud de los enfermos!  ¡He aquí formas que se puede remediar y sanar la lepra por nuestro Médico Divino, Jesucristo Nuestro Salvador y Señor!

IV.  FORMAS DE SANAR LA LEPRA ESPIRITUAL.



1.  EL SACRAMENTO DE LA CONFESIÓN:  Entramos al confesionario como leprosos, pero después de hacer una buena confesión, salimos limpios, nuestra alma queda blanca como la nieve.  Como dice el gran profeta Isaías en el Antiguo Testamento, ''Aunque sus pecados sean como la escarlata, los haré blancos como la nieve.''

2.  EL SACRAMENTO DE LOS ENFERMOS:  Un efecto de la unción de los enfermos es la sanación de heridas espirituales, las heridas del pecado.

3.  LA COMUNIÓN ES EL ANTÍDOTO CONTRA NUESTRAS FLAQUEZAS Y DEBILIDADES DIARIAS.  El Concilio de Trento nos exhorta a que recibamos la Sagrada Comunión.  La Sagrada Comunión, el más grande de los sacramentos, puede sanarnos de nuestros pecados veniales, que son una forma de lepra menos grave.

4.  Nuestra Señora, Salud de los Enfermos.  Tanto santos como pecadores han sido sanados por la intercesión de Nuestra Señora, que es ''Salud de los Enfermos''.

5.  Una de dos, espiritualmente seremos leprosos y comunicaremos nuestra enfermedad a otros o seremos fuente de sanación para otros.  Henri Nouwen dijo que seremos ''heridos que hieren o heridos que sanan.''

V.  RELATOS DE LEPROSOS: 

1.  El arzobispo Fulton Sheen en una ocasión conoció una mujer sin miembros que tenía lepra -- sin piernas o brazos.  Esta mujer tenía una sonrisa de oreja a oreja, radiaba un gozo indescriptible y decía:  ''¡Pero hay una Resurrección!''

2.  Pasó una vez que Fulton Sheen no tocó la llaga masiva en la mano de un leproso, más bien colocó una cruz sobre la llaga.  Más tarde Sheen reconoció que él era uno de esos leprosos en la colonia de leprosos porque no se había identificado con la humanidad que sufre.

3.  Lea la historia de Naamán el leproso....




4.  San Damian de Molokai trabajó con leprosos.  A él se le acusó de inmoralidad con una mujer, aunque más tarde fue exonerado por la intervención del gran poeta Roberto Luis Stevenson.  El P. Damian contrajo lepra y murió de lepra.  Pero su mayor sufrimiento, no fue la lepra sino el no poder confesarse por la ausencia de otro sacerdote en la isla.  Fue ésta lepra del alma que le causó el mayor sufrimiento.

CONCLUSIÓN:  Debido al pecado original y a nuestros pecados, todos sufrimos de alguna forma de lepra.  Pero no debemos entregarnos a la desesperación.  Jesús, el Médico Divino, nos puede sanar en cualquier momento, sólo ocupamos acercarnos a Él en el sacramento de la Reconciliación.  ¡Así viviremos sanos en un mundo no sano!