¿CUÁL ES EL SENTIDO DE LA VIDA?



Todos de alguna forma, acogen una filosofía de vida, ya sea explícita o implícitamente.  Este concepto se puede expresar a través de una variedad de preguntas, ¿por qué fui creado? ¿qué es la vida?  ¿cuál es el significado de todo esto? etcétera.

Bien, ¿POR QUÉ FUIMOS CREADOS? - Dios nos creó sólo por amor.  ¿HACIA DONDE VAMOS? - ¡Nuestro destino es el cielo!  ¿CON QUIÉN ESTAREMOS? - ¡Con Dios por toda la entendida!  ¿CUÁNDO? - Desde este mismo instante, porque Jesús dijo, el reino de Dios está dentro.  ¿CÓMO LO LOGRO? - ¡Siga este corto catequesis para formar una auténtica filosofía de vida!

Toda persona demuestra su filosofía de vida a través de las decisiones que toma y las cosas que hace.  Porque los hechos reflejan lo que el corazón guarda, aunque primero se engendra en la mente.

El viejo adagio, ''El hombre es lo que come'' tiene algo de cierto.  Pero tiene más resonancia, ''El hombre es lo que piensa''.  Paralelamente, hay otro refrán que dice:  ''El pensamiento engendra la obra.''  Primero se produce una idea, y la idea se concretiza en obras.


SAN AGUSTÍN.  San Agustín fue uno de los más grandes pensadores en la historia.  En los primeros años de su vida, tuvo una filosofía motivada y arraigada en el placer.  Así lo confiesa en su obra clásica Confesiones, donde relata que por treinta años fue esclavo de su propia concupiscencia.

Con su conversión, deja atrás los deseos de la carne y Jesús se convierte en el centro, el propósito, la motivación y el gran anhelo de su vida.  En Confesiones, vemos su corazón sediento de Dios, cuando dice: "Nos has hecho, Señor para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti".

En otro pasaje de gran profundidad, san Agustín nos exhorta e invita a que elijamos cuidadosamente nuestra filosofía de vida: "Todos estamos hechos para amar, pero elijamos sabiamente el objeto de nuestro amor, y amémoslo entonces con todo el corazón."

Filosofías hay muchas, pero no todas son ciertas.  El hedonismo, el materialismo, el consumismo, el agnosticismo, el ateísmo, el reincarnacionismo, el nihilismo, la nueva era, el racionalismo, el estoicismo - todas son filosofías de vida, pero son filosofias que llevan a un callejón sin salida.

CATEQUESIS SOBRE PRINCIPIO Y FUNDAMENTO.

Una verdad catequética fundamental que todos deberían conocer y acoger como filosofía de vida es: "Estamos aquí para conocer a Dios, amar a Dios, servir a Dios e ir al cielo por toda la eternidad".
Que esta verdad catequética, sencilla pero de gran profundidad, rija y motive nuestra vida y nuestras obras.

Si sabemos a dónde vamos, podemos dedicar toda nuestra fuerza de voluntad para llegar ahí.

De lo contrario, seremos como nave sin puerto, flecha sin blanco, pollo sin cabeza, cachorros siguiendo cualquier cosa o el niño que corre tras su propia sombra para nunca alcanzarla.

¿Qué podemos hacer para vivir una filosofía cristiana?   He aquí cuatro sugerencias prácticas para iniciar el ascenso que conduce a la felicidad eterna.

1.  ¡CONOCER A DIOS!  Es imposible amar lo que no se conoce.  Forme el hábito de meditar algún pasaje de los Evangelios.  Incluso podría meditar el Evangelio del día señalado por el ciclo litúrgico.  Podría usar la publicación Magnificat que da la lectura diaria.  Antes de comenzar su meditación, pida al Espíritu Santo que le disponga para su encuentro con la Persona de Jesús y para conocer los sentimientos del Sagrado Corazon Jesús.

2.  ¡AMAR A DIOS!  El más grande de los mandamientos se puede resumir en una palabra:  ¡AMOR!  En los Evangelios, leemos que en una ocasión, un escriba responde a Jesús con gran certaza diciendo:  ''Amar al Señor tu Dios con todo el corazón, con todo el alma, con toda la mente, con todas las fuerzas, y al prójimo como a nosotros mismos'' (Lc 10:27)    Jesús aprueba de sus palabras.

Cuando Jesús le preguntó a santo Tomás de Aquino, qué deseaba, el Doctor Angelical respondió: ''Señor, te pido me concedas la gracia de amarte más y más cada día.'' 

En los Ejercicios Espirituales de san Ignacio de Loyola, la gracia más añorada es - ''La gracia de conocer íntimamente a Jesús para más amarlo y mejor seguirlo.''

Una sugerencia práctica para alcanzar el amor de Cristo es la Santísima Eucaristía.  Después de comulgar, hable con el Señor, dígale a Jesús que lo ama, y cuanto desea amarlo más y más cada día, y que como María Santísima desea morir de amor.

3.  ¡SERVIR A DIOS!  Para que el amor sea auténtico, debe concretizarse en hechos.  Lea Mateo 25: 31-46, la Parábola del juicio final.  Hemos delineado un propósito de vida, que si se lleva acabo, nos conducirá a la patria celestial.  Jesús nos da con gran detalle las obras de misericordia corporales:  Dar de comer al hambriento, de beber al sediento, vestir al desnudo, posada al peregrino y visitar al enfermo y los encarcelados.  Para entender estas obras, es necesario entender que cuando hacemos por el más pequeño, lo hicimos a Jesús.  La beata Madre Teresa de Calcuta decía:  ''Reconozcamos a Jesús en el sufrido disfraz de los pobres.''   Jesús no está muy lejos de nosotros, igual de cerca que el necesitado.  Que Nuestra Señora, quien sirvió a santa Isabel, nos alcance la gracia de ver a Jesús en nuestro prójimo.  (Lea Lucas 1:39-45 -- La Visitación de María Santísima s su prima santa Isabel, el segundo misterio Gozoso)

4.  DICHA CELESTIAL.  Como punto de motivación, tengamos siempre presente el cielo, para así crecer cada vez más en conocimiento, amor y servicio a Dios.  Cada día, debemos reflexionar y guardar en en corazón la realidad del cielo.  ''Ni ojo vio, ni oído oyó, ni por la mente humana han pasado, las cosas que Dios ha preparado para los que lo aman.'' -dice san Pablo.  Soportar las pruebas, penas y cruces en el caminar de la vida, en verdad no es nada en comparación al gozo, la paz, la felicidad y el amor que viviremos en el cielo.  Es más, el cielo perdura por los siglos de los siglos.  Que Nuestra Señora, Puerta del cielo, ¡nos alcance un anhelo ardiente de nuestra patria celestial!