LOS VARIOS MENSAJES DE LA TRANSFIGURACIÓN. El misterio de la Transfiguración, nos presenta inumerables mensajes de profunda riqueza espiritual pero hoy desarrollaré sólo el tema de nuestra AMISTAD con Jesús y María!
PENSAMIENTOS PRELIMINARES: La Transfiguración es el 4º Misterio
Luminoso. Lea el pasaje de la Transfiguración de Jesús detenidamente,
devotamente y con un espíritu de oración - Mt 17, 1-13 o Mc 9, 1-13. Preste atención al Espíritu Santo porque Él le hablará a su corazón. Esté atento a Su voz. ¡Sea dócil!
Pida a María, quien guardó y meditó la Palabra de Dios, que le alcance
la gracia de escuchar y guardar la Palabra de Dios como ella lo hizo.
Jesús, el Hijo único de Dios, quizo
venir al mundo y compartir nuestra naturaleza humana. Jesús posee dos naturalezas, la humana (Jesús
es HOMBRE) y la divina (Jesús es DIOS). La
ENCARNACIÓN es la unión de las dos naturalezas.
Al “SÍ” de María, Jesús bajó del cielo y asumió un cuerpo humano. (Lc
26-38)
UNA FORMA DE COMPRENDER A JESÚS ES POR SU RELACIÓN CON MARÍA.
EL CUERPO DE JESÚS. Fue en el Purísimo vientre de María que el
Cuerpo de Jesús se fue formado por nueve meses.
Jesús en la Encarnación se hace
semejante a la raza huumana, y toma del cuerpo de María su propia sangre, sus
venas, sus ojos, sus pulmones y su SAGRADO CORAZÓN!
EL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS. María fue formando por nueve meses el Sacratísimo
Corazón de Jesús. Acuda a Nuestra Señora
y pídale que forme también su corazón.
Pida que interceda para que lo purifique y moldeé su corazón, para cada
día se asimile más y más al Sagrado Corazón de Jesús para que un día podamos
decir como san Pablo: “Ya no soy yo quien
vive sino Cristo quien vive en mi.”
AMISTAD CON JESÚS. La
Transfiguración nos deja muchas enseñanzas, en una de ellas resplandece la
verdad de la AMISTAD HUMANA. En la
Transfiguración se manifiesta el anhelo ardiente de Jesús de tener una profunda
amistad con aquellos que Él escogió – Pedro, Santiago y Juan. Estos tres discípulos fueron los que le
acompompañaron al monte de la Transfiguración y quienes en la última Cena Jesús
llamó ¡AMIGOS!
CAMINEMOS Y HABLEMOS CON JESÚS. Jesús estimaba mucho la amistad de sus
amigos. Él hacia largos recorridos
caminando y platicaba con ellos. ¡Jesús
hoy anhela una profunda, honda y entrañable amistad con USTED!
LA AMISTAD ENTRE JESÚS Y MARÍA. Después de Dios, jamás hubo o ha habido, una
unión más profunda e íntima que la unión que hubo entre Jesús y María.
DESDE EL VIENTRE DE SU MADRE. En efecto, María conocía bien a su Hijo. Ella lo fue formando en su vientre por nueve
meses. No hay lazo más íntimo o vínculo
de amor más grande que el vincula de Madre con el Hijo que lleva en su vientre.
MARÍA Y EL NIÑO JESÚS. La mayor parte de su vida terrenal, Jesús la
pasó con sus padres – María y José – en la pequeña aldea de Nazaret. Los evangelios nos manifiestan una profunda
intimidad entre elllos. Conversaban de
todo lo que se puiera conversar entre un hijo y una madre tan querida. María escuchaba a Jesús y lo
contemplaba. Contemplaba su faz y sus
ojos. Ambos conocían sus sentimientos y
se tenían una confianza amorosa. Entre
ellos había una profunda intimidad y estrecha unión. Esta amorosa vida familiar Jesús la vivió por
treinta años. Ahora, para fortalezcer y
alentar nuestros esfuerzos de formar una profunda e íntima relación con Jesús,
dirígase a María. Acuda a ella y háblele. Pídale que le ayude a conocer más y más a
Jesús. Hable con Nuestra Señora con seguridad y confianza
absoluta. Porque ella también es su
Madre y usted es su hijo.
SANTA MARÍA
DEL CAMINO. Los Evangelios narran que
conforme Jesús se dirigía hacia la cumbre del monte de la Transfiguración, hiba
caminando lado a lado con sus apóstoles.
En su caminar por la vida, pida HOY a María que lo acompañe. Hay un conocido canto mariano en español e
italiano – Santa María del Camino, que dice: “Mientras recorres la vida, tú
nunca solo estás; contigo por el camino, Santa María va…” ¡Qué consuelo saber que María está siempre a
nuestro lado! María siempre le señalará
el camino que le conduce a Jesús. María
le ayudará en su caminar con Jesús para cada día su amistad con Él sea más
íntima.
EL CALVARIO Y MARÍA. El ascenso de Jesús en el monte de la
Transfiguración representa también nuestro propio ascensio, nuestro propio
CALVARIO. No deberíamos suponer que
solos podemos cargar nuestra cruz.
Nuestra Señora nos ayudará a cada paso.
El que lleva su cruz sin Jesús y María, vive una vida triste, deprimida
y llena de amargura. Aclamemos y recemos
el Salve Regina: “Dios te Salve, Reina y
Madre, Madre de misericordia, vida y dulzura, esperanza nuestra…”
SOMOS PEREGRINOS. Somos peregrinos rumbo a la Patria celestial. Con María a nuestro lado para animarnos, guiarnos,
consolarnos caminaremos seguros. Aproveche
este momento para hablar con María. Hable
con Ella de lo que ha vivido - de su pasado.
Comparta con ella lo que está viviendo en este momento. Comparta con
ella todo lo que todavía está por hacer.
ESTRELLA DEL MAR. San Bernardo, el gran Doctor Mariano nos presenta
esta poderosa y hermosa imagen. El
dice: “El viento está en su máxima
fuerza, las olas golpean la BARCA, las aguas del mar empiezan a inundar la
barca, la tormenta se intensifica y la barca está por volcarse y hundirse, de
repente rompe la oscuridad una estrella que brilla con belleza sin par. Esta estrella en las alturas proyecta hacia
la orilla del mar. El capitán,
confidamente, se deja guiar. Las olas se
apaciguan, las aguas se calman, la tormenta se aquieta, los vientos se suavizan
y una paz indescriptible reina. La barca
sigue rapidamente el curso y llega al puerto.
La barca, el capitan y todos que se encuentran en ella están a salvo.” ¡Gracias a la ESTRELLA DEL MAR!
NUESTRA VIDA Y LA ESTRELLA DEL MAR –
NUESTRA SEÑORA. En medio de la tempestad,
las penas, las pruebas y tentaciones, fijemos la mirada en María, la Estrella
de la manaña. Ella nos conducirá sanos y
salvos al puerto de nuestra salvación eterna!
LA CIMA DE LA MONTAÑA / LA ORILLA DEL
MAR. Tanto la cima de la montaña como la orilla del mar
representan el lugar del descanso enterno – el CIELO. Jesús anhela caminar con nosotros en nuestro
caminar, quiere acompañarnos. Nuestra
Señora también anhela ardientemente guardarnos bajo su sombra en este valle
tenebroso.
OBSTÁCULOS, DISTRACCIONES Y
TENTACIONES. A muchos les resulta más
fácil dejar de escalar la montaña, se les hace más fácil dejarse llevar por las
aguas corredizas de la sensualidad, del egoismo y aceptar la derrota. Por eso es esencial acudir a María. Ella nos ayudara a seguir escalando en medio de
los peligros para llegar a Jesús. Al oir el sublime y dulce nombre de María huye
el demonio y se estremece el infierno. Por lo tanto, en cada tentación que nos
combata, o en cualquier necesidad, invoquemos sin cesar los santos nombres de
Jesús y María.
UNA NOTA IGNACIANA. San Ignacio tenía una especial devoción a la
Virgen María bajo el título de “La Madonna de la Strada”, que en español es
“Nuestra Señora del Camino”. La hermosa
imagen de Nuestra Señora del Camino se encuentra en la Iglesia madre de los
Jesuitas en Roma.
JESÚS Y MARÍA: SUS MEJORES AMIGOS. Conforme llega al final de su jornada, de su
caminar, de su navegar con Jesús y María, aprovecho los últimos momentos para
abrir su corazón de par en par, comparta con María todo lo que guarda en lo más
profundo de su corazón. Cuéntele todo lo
que está pasando en este momento en su vida.
Pídale que siempre esté a su lado, que lo acompañe en cada instante
hasta llegar al cielo. El camino seguro
para llegar al Sagrado Corazón de Jesús es por medio del Inmaculado Corazón de
María.