SANTA MARÍA MAGDALENA - ¡INSPIRACIÓN PARA PECADORES!



La conversión de san Agustín.
¡De niño pensaba que los santos nacían santos!  Pensaba que no pecaban, que eran perfectos, que siempre actuaban virtuosamente.  Incluso pensaba que no tenían que ir al baño, o lavarse las manos.  ¡Los santos eran la perfección andando!

Más adelante me enteré que no era así ¡y eso me dio mucho ánimo!  Los santos también eran pecadores, habían nacido con Pecado Original, luchaban contra las mismas tendencias innatas y a veces ¡ferozmente!  Y no sólo eso, ellos también caían en pecado y a veces les costaba salir de él — como san Agustín quien batalló por mucho tiempo.  Me dio gran esperanza, porque me di cuenta que yo también podía ser santo, si me esfuerzo por serlo.  Esta frase lo dice todo: "La Iglesia no es un museo de santos, sino un hospital de pecadores".

 

Jesús perdonando a María Magdalena.

SANTA MARÍA MAGDALENA.  Uno de los mejores ejemplos de alguien que se convirtió en grande santa después de haber sido grande pecadora es SANTA MARÍA MAGDALENA.  La Iglesia celebra cada año el 22 de julio, la fiesta en su honor.

Antes de su conversión, María de Magdala vivió una vida muy pecaminosa.  Buscaba amor en lugares equivocados, y se entregaba a falsos amores una y otra vez, hasta que un día vio que todo era mentira.

No sólo cedía a los placeres de la carne, había otro problema, estaba poseída, y no sólo por un demonio sino por siete!  Jesús hizo un exorcismo, ¡expulsó a estos siete demonios de ella!

 

Jesús expulsa los demonios.

JESÚS TRANSFORMA.  Cuando con humildad, arrepentimiento y buena voluntad se acerca a Jesus, sucede una TRANSFORMACIÓN.  La palabra bíblica es ''metanóia''- conversión o cambio de corazón.  Conoció el verdadero amor en Jesús, comprendió que todos habían sido falsos amores y que había idolatrado el pecado de la lujuria.  Sabiendo con convicción, que Jesus era la respuesta y el verdadero amor, Maria Magdalena dejo todo sin mirar atrás y comenzó una nueva vida.  Nuestro Dios es un Dios de segundas oportunidades.  María Magdalena dejaría de venderse, dejaría de dejar que la utilicen, entregaría todo su amor a Él quien es digno de amor - Jesus, ¡el Señor!

 

MANIFESTACIONES DE UNA CONVERSIÓN RADICAL:

 


Jesús siempre perdona al pecador arrepentido.
Jesús nos dice que el árbol se conoce por sus frutos.  Una manzana podrida es un señal de un árbol malo.   De la misma manera, el corazón de una persona se da a conocer por sus frutos.  Vemos por la conducta de Maria Magdalena, que su conversión era auténtica.

SEGUIDORA.  María Magdalena con un grupo de mujeres piadosas, siguieron a Jesus en su ministerio público.  Ella dejó de seguir las ilusiones falsas del mundo.



La Virgen María y María Magdalena.

ENTREGA.  Su seguimiento no fue un seguimiento curioso, pasivo, ocioso o infructuoso.  Más bien María Magdalena, Juana y Susana proveían bienes materiales a los Apóstoles y a Jesus, para que ellos se pudiesen dedicarse por completo a predicar el Reino de Dios, a expulsar demonios, a sanar y salvar almas.

LA PASIÓN DE CRISTO.  Vemos en la película de Mel Gibson, La Pasión de Cristo, que la Santísima Virgen María acompañó a Jesús en su pasión dolorosa.  Y caminando lado a lado con la Virgen estuvo María Magdalena.  Ambas fueron testigos de la brutal flagelación de Nuestro Señor.  Después de la flagelación, ambas cayeron de rodillas para limpiar los charcos de Sangre Preciosa del Cordero de Dios, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.

 
María Magdalena al pie de la cruz.
EL CALVARIO.  Ambas subieron el monte Calvario con Jesús, con su presencia animando a Jesús en los momentos más dolorosos de su vida.

CRUCIFIXIÓN.   ¡Ambas estuvieron ahí!  Ambas estuvieron horas al pie de la cruz, fueron testigos del derramamiento de sangre y de los últimos momentos de Jesús.  Estar ahí tomó valentía.  COMPASIÓN es la virtud en la cual se acepta sufrir con la persona que sufre.



María Magdalena abraza la cruz de Jesús.
MUERTE.  María Santísima y María Magdalena fueron testigos de los últimos  momentos y muerte de Jesús en la cruz, y escucharon las palabras de Nuestro Salvador: ''Padre en tus manos encomiendo mi espíritu.  Todo está cumplido.''

LA RESURRECCIÓN DE JESÚS.  Según la tradición Católica, Jesús primero se apareció a la Santísima Virgen María - esta es la tradición aunque no esté escrito de forma explícita en los Evangelios.  La primera persona en los Evangelios a quien Jesús se aparece ese primer domingo de pascua fue a María Magdalena.   María Magdalena no reconoció a Jesús, pensaba que era el jardinero - hoy nosotros también no reconocemos a Jesús.  No fue hasta que Jesús la llamó por su nombre, ''María'', que se le abrieron los ojos y lo reconoció.

 
Jesús ha resucitado ¡aleluya!
¡APOSTOL DE LOS APÓSTOLES!  María Magdalena, llena de gozo y emoción, sale corriendo para dar la buenas noticias a los Apóstoles, que Jesús no estaba muerto, que había resucitado de entre los muertos.  Ella compartió su experiencia de Jesús resucitado.  No pudo ocultar su amor a Jesús, tuvo que comunicarlo a todo el mundo.  Las últimas palabras de Jesús en el Evangelio de san Mateo son:  «Vayan, pues, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado a ustedes. Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin de la historia.»  María Magdalena, desbordante de alegría, no guardó este inmenso gozo para si misma.

 
Santa Faustina y misericordia.
ENSENANZA.  La vida de santa Maria Magdalena nos enseña valiosas lecciones.

1.  PECADORES Y MISERICORDIA.  Todos somos pecadores igual que Maria Magdalena, pero la misericordia de Dios es infinita.  Cuando con humildad pedimos perdón, Jesus nos perdona inmediatamente.

2.  SIETE DEMONIOS.  Jesús expulsó siete demonios de María Magdalena.  Nosotros igual debemos luchar contra los siete demonios que llamamos los pecados capitales:  Gula, lujuria, avaricia, pereza, ira, envidia y soberbia.  "¡Señor líbranos de estos males!"

 
La vida espiritual es una batalla.
3.  CONVERSIÓN.  Una verdadera conversión sólo se lograra mediante contacto con Jesús.  Jesús puede transformar los pecadores más empedernidos  en santos si sólo le dejamos obrar en nosotros.  ¿Por qué no pedir hoy a Jesús que lo haga santo?

4.  AMOR.  Todos buscamos amor.  Pero IDOLATRIA es enamorarse de dioses falsos.  El amor verdadero y auténtico sólo lo da Jesús.

5.  LAS OBRAS HABLAN.  Fue su vida misma manifestó que su conversión era auténtica.  Entregó a Jesús su vida entera, su tiempo y sus posesiones, María Magdalena siguió a Jesus.
 


Tres fieles: María la Madre de Dios, Juan y María Magdalena.

6.  FIEL EN LAS BUENAS Y LAS MALAS.  María Magdalena caminó con Jesús en su dolorosa pasión y en su gloriosa resurrección.  No debemos ser amigos de conveniencia, sólo cuando todo nos va bien, sino debemos también estar con Jesús en los tiempos difíciles, oscuros y dolorosos.

 
María, Reina de todos los santos.

7.  EL CIELO.  Ahora y para toda la eternidad, santa María Magdalena está con Jesús, adorándolo, amándolo y intercediendo por nosotros para que un día estemos con Él por toda la eternidad.  Santa María Magdalena, ¡ruega por nosotros!