LUCHEMOS POR LA SALVACIÓN DE NUESTRA ALMA



La vida es corta y está de por medio nuestra salvación.  Una de dos, estaremos con Dios, María, los santos y los ángeles o perderemos nuestra alma por toda la eternidad en el infierno y estaremos con el Diablo y sus compinches en el fuego que nunca acaba.

Para alcanzar la corona de la vida enterna, debemos meditar estas verdades eternas con regularidad.

EL PRINCIPAL OBSTÁCULO:  LA LUCHA POR VIVIR LA VIRTUD DE LA PUREZA.

En 1917, Nuestra Señora de Fatima se aparecio a tres pastorcillos, Jacinta, Francisco y Lucia y les dijo que un gran número de almas se pierden por pecados de la carne, pecados contra la virtud de la pureza.

Han pasado casi cien años, y el mundo es un semillero de inmoralidad e impureza.  Las parejas jóvenes no se casan simplemente viven en union libre, la homosexualidad se ha legalizado y se promueve, el adulterio avanza desenfrenadamente,  las películas muestran escenas indecentes, la inmodestia de la ropa va de mal en peor, y ni se diga de la adicción a la pornografía y a la masturbación.  No hay fin a los pecados cometidos contra el sexto y novena mandamiento.  Santa Teresa de Ávila, Doctora de la Iglesia, dijo – Quién vive en pecado mortal, no debería sorprenderse de lo que hace, sino de lo que no hace. -   Santa Teresa quiso decir con esto que en cuanto a nuestra capacidad de pecar no hay límites y la creatividad maliciosa, es como el abismo.

Pero aunque en el mundo abunde el materialismo, el hedonism, la sensualidad y el relativismo moral – una forma de pensar que lo que es malo no es malo – no perdamos la esperanza.  ¿Por qué? Porque, aún cuando en nuestra naturaleza humana somos debiles y frágiles ¡Dios es nuestra fuerza y nuestra roca!  En la Anunicación el arcángel Gabriel dijo a la Santísima Virgen, ‘Para Dios todo es posible.’

El Catecismo de la Iglesia Católica dice que para alcanzar la virtud de la pureza, es necesario practicar el auto dominio.  Yo sugiero una práctica muy sencilla:  que consagremos todo nuestro ser a la Madre de Dios y que tengamos una tierna, amorosa y creciente devoción a ella.   Entreguemos nuestra pureza y nuestra voluntad a manos de María Inmaculada.  Plantemos también la semilla de un tierno amor a María en nuestras familias, en los corazones de nuestros niños y especialmente de nuestros jóvenes quien están siendo atacados tan ferozmente con tentaciones contra la pureza.

¿Qué podemos hacer?  Sugiero cinco hermosas, sencillas y ponderosas devociones Marianas.  Es necesario decir, que entre más amemos a la Madre de Dios, más amaremos a Jesús y a la Santísima Trinidad.  Porque María es la Hija de Dios, Madre del Hijo de Dios y Esposa Mística del Espíritu Santo.  María es Madre de la Iglesia y nuestra Madre en el orden de la gracia.


1.  CONSAGRACIÓN A MARÍA.  En cuanto suene el despertador, arrodillemonos y hagamos nuestra oración de consagración.  Consagremos todo nuestro ser a Jesús mediante el Inmaculado Corazón de María.  El santo Cura de Ars decía que quién empieza bien, acaba bien.  El padre fundador de Opus Dei, san José María Escriva Balguer decía que esta primera hora del día era el ‘momento heroico’.  Si lo primero que hacemos en vencer al cuerpo y nos consagramos a María, las pruebas y luchas que enfrentaremos durante el día seran más facil de conquistar.

2.  EL ANGELUS.  Forme el buen hábito de rezar esta hermosa oración Mariana.  El Santo Padre reza publicamente el Angelus cada domingo a medio día.  Si es posible, rece el Ángelus tres veces al día:  al las 9:00 de la mañana para santificar la mañana; a las 12 del medio día para santificar la tarde; y a las 6 de la tarde para santificar la noche con la dulce frangrancia de María.


3. ¿TENTACIONES?  Cuando lleguen las tentaciones, especialmente contra la virtud de la pureza, inmediatamente rece un AVE MARÍA.  Si lo hace, el puro e inmaculado Corazón de María expulsará la tentación o la mala imagen.  El diablo tiene un temor mortal al Santo Nombre de María y especialmente del AVE MARÍA.  ''Jamás se ha oído decir que ninguno de los que haya acudido a Vos, implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos.'' (El Acordaos de San Bernardo)

4.  VIVAMOS SIEMPRE EN LA PRESENCIA DE JESÚS, MARÍA Y JOSÉ.  Santa Teresa de Ávila decía que pecamos porque ovidamos la presencia de Dios.  Si nos esforsamos de estar concientes que estamos en la presencia de Jesús, María y José, ni el enemigo ni el pecado tundra lugar en nuestra vida.  Recomiendo que libro del Hermano Lorenzo La Práctica de la Presencia de Dios.  Este humilde hombre laico, alcanzó la santidad viviendo esta práctica sencilla; ¡vivir siempre en la presencia de Dios!



5.  EL SANTO ROSARIO DIARIO.  David tuvo que enfrentar un tremendo enemigo, a Goliat.  Y viéndolo de cualquier norma military, David no era rival para el poderoso Goliat, David tenía las de perder.  Seguna la narración biblica, Goliat era un soldado gigante, estaba armado con lanza y espada, estaba protegido de pies a cabeza por una armadura de bronce.  Goliat no era cualquier guerrero sino un hombre bien adiestrado para la batalla.  David en cabio, con plena confianza en Dios, con la honda en mano lanzó su munición que era una piedra al gigante Goliat.  Goliat cayó, y David con la misma espada de Goliat lo decapitó (que ironía)  Ahora, relacionemos esto con los pecados de la impureza.  Todos los días estamos rodeados no por un Goliat sino por un ejercito de Goliats.  Humanamente hablando y viendo como están las cosas, solos no lograremos nada.  Pero no estamos solos.  Si elevamos nuestra mente, nuestro corazón y nuestra alma y confiamos en María,  y resamos el Santo Rosario diario, la victoria será nuestra.  ¡El Rosario es esa ‘honda’ y las cuentas del Rosario son las piedras!




CONCLUSION:  Hermanos en Jesús, María y José, si queremos vencer el mundo, la carne y al enemigo y alcanzar tan preciosa virtud de la pureza, debemos elevar nuestro corazón, nuestra mente, nuestra alma y nuestro cuerpo al Inmaculado Corazón de María.  La victoria será nuestra con Su poderosa intercesión.